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Recibía el Real Oviedo B al filial del Parquesol, club histórico de referencia de la provincia vallisoletana, cuyo primer equipo milita en la segunda federación tras haber perdido la categoría la temporada pasada. Esto hizo que muchas de sus jugadoras buscaran equipo en otros lares, recalando muchas de ellas en viejos conocidos como Deportivo o Racing de Santander. Por otro lado, la vuelta a escena del Valladolid femenino, once temporadas después, y la continuidad del Atlético Lince, que milita también en primera nacional, han contribuido a debilitar la cantera «naranja». No en vano, ambos equipos del Parquesol, primer equipo y filial, ocupan en la actualidad posiciones bajas en la tabla, luchando por salvar la categoría, tarea que se antoja harto difícil especialmente en el caso del filial. Lucha desigual por tanto que pronto se vio reflejada en el campo.

Presentaban las vallisoletanas un cuadro joven y muy justo en número que intentaba plantar cara al Oviedo de Fede, que alineaba a jugadoras menos habituales en el once inicial. Pronto la diferencia entre ambos equipos se puso de manifiesto, y sería en el minuto 11 cuando se habría la lata por mediación de Sonsoles, que repetiría minutos más tarde. El Oviedo dominaba a placer, aunque sin hacer gala de un buen juego, quizás contagiado, como suele pasar en estos casos, del ritmo del equipo rival. Poca velocidad en el desplazamiento de balón, y juego embarullado, que hacían el partido anodino por momentos, si no fuera por los goles locales que iban cayendo uno tras otro, que apenas festejaba la grada local. Sería Cristina, llegada del Gjón femenino en la temporada actual, la que hasta en cuatro ocasiones perforaría la meta visitante, erigiéndose en la goleadora de la tarde. Candela y Alba, ambas por partida doble, y Marina, Denisse y Paula completarían las dianas azules hasta completar un abultado resultado de 13 a 0 para el Oviedo.

En definitiva, partido con muchos goles y poca historia, en el que es habitual que el juego colectivo se diluya en acciones individuales ante la poca oposición del rival. Alabar la actitud de las futbolistas del Parquesol, que en ningún momento perdieron la cara al partido, intentando sumar minutos de aprendizaje para esta dura y complicada temporada que les espera.