El Real Oviedo sufre un correctivo en Barcelona
Afrontaba el Real Oviedo una semana siempre complicada, con tres partidos en apenas siete días, y dos desplazamientos a tierras catalanas. Venían las carbayonas de cosechar una plácida y quizás engañosa victoria frente al Granadilla en la última jornada. Por su parte, el Español buscaba su primera victoria en casa, ya que sus dos encuentros como locales se habían saldado con un empate ante el Ginelux y una derrota ante el Albacete, sin haber anotado un solo gol en la ciudad deportiva Dani Jarque. Y a buen seguro que se desquitaron las periquitas.
Salió el Real Oviedo con su once titular habitual. Primeros minutos de tanteo, en los que ningún equipo parecía controlar el partido. El primer cuarto de hora transcurrió sin apenas llegadas al área contraria. El Español parecía querer más, obligado también como local. Intentaba hilvanar jugadas, buscaba las bandas y empezaba a mover el balón con velocidad. El Oviedo, escaso de ideas, no encontraba su juego, más allá de algún centro colgado de Isina y abusando del balón directo y frontal desde línea defensiva. Rondaba la media hora cuando llegaba el primer aviso serio, con balón centrado desde la izquierda, que la delantera blanquiazul, hoy con equipación rosada, no acertaba a rematar en boca de gol. Susto en el cuerpo, preámbulo de lo que vendría a continuación. Apenas un par de minutos después, llegaría el primer gol para las locales. Balón a la espalda de Riquelme, que sufrió durante todo el partido, centro medido al área, donde Cárol, metida entre las dos centrales como mandan los cánones, remataba de cabeza a la red. 1 a 0 en el marcador cuando corría el minuto 30. A partir de aquí el Español se adueñó del partido, si no lo había hecho ya.
El Oviedo intentó despertar, pero de nuevo sería el Español el que golpeaba. Recuperación cercana a la medular, balón rápido a banda derecha, pase de la muerte y Núñez, más rápida y ávida que su par, marcaba a placer el segundo gol para las locales. Contra y ejecución de libro. Magistral. Gol psicológico al borde del descanso que reflejaba lo que acontecía en el partido.
En la reanudación, Álex daba entrada a Yarima por María Ortiz. Poco cambiaría. Las catalanas eran dueñas del balón y por ende del partido. Movían con velocidad, y el Oviedo apenas disponía de opciones. Corría el minuto 51, cuando un balón largo a línea de tres cuartos, en principio sin mayor peligro, sorprendía a Solana, que medía mal en su salida fuera del área, y de nuevo Núñez, la más lista de la clase, ponía el tercer gol en el marcador. Quedaba mucho tiempo por jugar, pero dio la sensación de que el partido quedaba sentenciado. En el 66 entraban Jenny y Grace por el conjunto azul. Por su parte, Marc ejecutaba hasta cuatro cambios. Grace pareció darle algo más de empuje a un medio centro muy desgastado, pero las locales eran superiores en todas las facetas del juego. En el 75′ entraban Anina y Rebeca ya con el partido totalmente decidido, acumulando minutos en esta exigente categoría.
El Español seguía controlando el juego, y no hizo más que ampliar de nuevo su ventaja, tras jugada individual de Sara, que fue superando jugadoras, ante la pasividad defensiva de las azules, hasta plantarse en el área y batir de nuevo a Sol tras disparo certero desde dentro del área. Al final 4 a 0 para las periquitas. Mala imagen de un Real Oviedo en el que mucho tendrán que cambiar las cosas de cara a la próxima jornada liguera, en la que recibirá al Barcelona en Tensi. Entre medias, una nueva oportunidad de mejorar sensaciones, el próximo miércoles ante el C.E. Europa en eliminatoria de la Copa de la Reina.